CONSEJOS

Consejos para sentirte mejor con EM

Aunque no existe todavía una cura para la EM, los diferentes tratamientos pueden ayudar mucho, y se está investigando constantemente.

Lo que sí que está en tu mano es adoptar ciertos hábitos positivos y abandonar otros negativos para tratar de ralentizar el posible avance de la EM y conseguir encontrarte bien, tanto física como mentalmente.

imagen flecha
imagen consejos +16 1

Lleva una alimentación saludable y haz ejercicio:

imagen consejos +16 2

Cuanto más sano esté tu cuerpo, menor será la probabilidad de sufrir síntomas de la EM. Dos maneras de mantener un cuerpo sano son realizar ejercicio (ir al gimnasio o practicar deporte) y mantener una nutrición adecuada.

Es buena idea seguir haciendo el deporte que hacías hasta ahora, siempre que sea regular y esté dentro de tus posibilidades. No solo contrarrestarás algunos de los síntomas de la enfermedad, sino que, además, podrás ganar en salud y en bienestar y realizar actividades entretenidas.

Para que tu alimentación esté acorde a los requerimientos de una dieta saludable apropiada para aliviar los síntomas de la EM:

  • Hidrátate lo suficiente.
  • Toma al menos 5 piezas de fruta o raciones de verdura al día.
  • Reduce la ingesta de sal y productos precocinados.
  • Come pescado al menos dos veces en semana.
  • Limita la ingesta de azúcares refinados y grasas, especialmente los presentes en refrescos y bollería industrial.
  • Toma yogur con regularidad, para fortalecer la beneficiosa flora bacteriana intestinal.
  • Asegúrate de ingerir suficientes cantidades de vitamina D. En principio, con recibir la luz solar durante algunos minutos algunos días a la semana, debería ser suficiente. Tu médico podrá informarte mejor al respecto.
  • Abandona cualquier hábito de consumo de tóxicos, como el alcohol y el tabaco.

Trata de gestionar tus emociones correctamente

No te sientas culpable por estar triste o enfadado ni lo intentes esconder; son reacciones normales y necesitan ser expresadas.

Comparte lo que sientes con familiares o amigos. Seguro que les gusta escucharte y, además, podrán brindarte el apoyo que necesites.

No olvides tomarte la enfermedad con grandes dosis de paciencia. Puede que estés mucho tiempo sin siquiera notar que tienes EM, o puede haber momentos en los que sufras un brote, te encuentres especialmente mal y necesites ir al médico o al hospital.

Es importante que recuerdes que siempre tendrás a alguien con quien contar, y que tanto tus familiares y amigos, como los especialistas médicos estarán ahí ante cualquier duda y preocupación. Existen también gran cantidad de entidades de pacientes a las que puedes dirigirte y para beneficiarte de actividades relacionadas con la EM, sobre todo las de tipo terapéutico, para relacionarte con gente que tiene tu misma enfermedad. No ha de darte miedo ni vergüenza pedir ayuda.

imagen consejos +16 3

Estrategias para minimizar los efectos de la EM sobre tu capacidad cognitiva

imagen consejos +16 4

Es posible que la EM no afecte en absoluto a cómo funciona tu mente, pero puede que notes que te cuesta más concentrarte (pierdes el hilo, te resulta difícil atender al profesor y seguir el ritmo de la clase…), y también que te resulta más difícil memorizar, manejarte con mucha información a la vez en tu mente, o pensar con la fluidez y rapidez a la que estabas acostumbrado.

Es posible que te fatigues mentalmente con mayor rapidez, y que tu atención no sea tan capaz de permanecer fijada en una misma tarea durante periodos de tiempo prolongados.

Pero eso no quiere decir que te hayas vuelto menos inteligente, ni impedirá que puedas seguir estudiando y aprendiendo, si es lo que quieres.

Todo lo que necesitas hacer es conocer bien cuáles son tus puntos débiles y tratar de compensarlos:

  • Elige para estudiar momentos del día en los que te notes más activo y menos fatigado.
  • Utiliza ayudas externas para memorizar, como libretas donde tomar notas.
  • Concédete el suficiente tiempo para finalizar con éxito y tranquilidad una tarea académica.
  • Elige ambientes lo más exentos posible de distractores (ruidos, llamadas de teléfono, etc.) cuando vayas a estudiar.
  • Esfuérzate por mantenerte centrado en la tarea, sin distraerte con otras cosas, hasta que la finalices.
  • Permítete preguntar aclaraciones o pedir que se repita algo en conversaciones o contextos de aprendizaje.
  • Trata de distribuir tus tiempos de estudio y trabajo de manera que no debas enfrentarte a grandes cargas en poco tiempo.
  • Puedes hacer actividades y ejercicios, muchos de ellos gracias a apps de “gimnasia mental”.